El clima político entre Estados Unidos y Venezuela vuelve a calentarse. El presidente Donald Trump confirmó que autorizó operaciones de la CIA en territorio venezolano, además de considerar ataques terrestres contra cárteles de la droga del país caribeño. La declaración generó una inmediata reacción del presidente Nicolás Maduro, quien denunció lo que calificó como una “guerra en el Caribe” y un nuevo intento de “golpe de Estado impulsado por la CIA”.
En una conferencia desde la Casa Blanca, Trump evitó dar detalles sobre el tipo de operaciones aprobadas, pero reconoció que las acciones se justificaban por “dos razones”: combatir lo que llamó un régimen narcoterrorista y detener el supuesto envío de prisioneros venezolanos hacia Estados Unidos. Cuando fue cuestionado sobre si había dado luz verde para “eliminar” a Maduro, respondió de manera ambigua:
“¿No sería ridículo que yo respondiera eso?”, dijo entre risas.
Desde agosto, Washington ha desplegado buques y aviones de guerra en el mar Caribe, como parte de una operación antidrogas frente a las costas venezolanas. Según fuentes locales, al menos cinco embarcaciones de presuntos narcotraficantes han sido atacadas, dejando un saldo de 27 personas muertas.
Estas acciones encendieron las alarmas en la región. El gobierno de Trinidad y Tobago investiga la posible muerte de dos de sus ciudadanos tras uno de los bombardeos, mientras expertos en derecho internacional cuestionan la legalidad del uso de fuerza letal en aguas internacionales, sin detenciones ni juicios previos.
El Congreso estadounidense, donde la oposición demócrata mantiene una fuerte presencia, también exigió explicaciones al gobierno republicano por autorizar operaciones encubiertas de la CIA sin la debida notificación legislativa.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro respondió desde Caracas con un mensaje transmitido por radio y televisión nacional:
“No a la guerra en el Caribe, no a los golpes de Estado de la CIA. América Latina no los quiere ni los necesita”, afirmó.
La Cancillería venezolana emitió un comunicado en el que calificó las declaraciones de Trump como “belicistas y extravagantes”, y acusó a Estados Unidos de buscar “legitimar una operación para un cambio de régimen”. Además, informó que presentará una denuncia ante la ONU por el uso de la CIA y el incremento de presencia militar estadounidense cerca de sus costas.
En respuesta al anuncio, Maduro ordenó ejercicios militares en los estados costeros y en las zonas fronterizas. Tanques, aviones y soldados fueron desplegados en las calles de Petare y Catia, en Caracas.
“Ni la lluvia ni las tormentas detienen a nuestros militares. Salieron con moral y amor a defender la patria”, aseguró el mandatario.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, reaccionó con sarcasmo al anuncio de Trump:
“¿La CIA operando aquí? Nunca habían estado en América Latina… nunca”, dijo entre risas.
El choque entre Washington y Caracas vuelve a colocar a la región bajo tensión, recordando los momentos más duros de la guerra fría latinoamericana. Aunque no hay señales claras de un conflicto armado, los movimientos militares y las declaraciones cruzadas dejan ver que la crisis política entre ambos países está lejos de enfriarse.
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